Intervenciones en el Malecón de Punta Hermosa: Llamado a la Conservación y Transparencia
El reciente inicio de obras en el malecón de la urbanización El Silencio en Punta Hermosa, con la presencia de maquinaria pesada en Playa Señoritas, ha generado gran inquietud en la comunidad local. Un atardecer en Señoritas y su impresionante oleaje, se vio alterado por la maquinaria que removía piedras y arena, sorprendiendo a surfistas y vecinos. Entre ellos, Joaquín del Castillo y Gabriel Villarán compartieron imágenes del incidente en redes sociales, solicitando mayor transparencia en los proyectos y el cumplimiento de la normativa que protege la costa.
Según lo expresado por los surfistas, estos trabajos aparentemente buscan la ampliación de la pista y el malecón en Playa Caballeros, utilizando espacio de playa y acercando aún más la infraestructura al mar. La comunidad local ha expresado su preocupación ante el impacto de este proyecto en la ecología de la zona y la calidad de sus olas, que son parte esencial de la identidad y el atractivo turístico de Punta Hermosa.
Protección Legal: La Ley de Rompientes y la Ley General de Aguas
La Ley de Rompientes (Ley Nº 27280), aprobada en el año 2000, protege las olas que son adecuadas para deportes acuáticos, como el surf. Bajo esta normativa, las olas registradas en el Registro Nacional de Rompientes (RENARO) están protegidas contra intervenciones que puedan alterar su forma o calidad. Este sistema legal, pionero en el mundo, considera a las olas como un recurso de valor social y económico, fundamental para las comunidades costeras, y prohíbe la construcción de obras que puedan afectar su naturaleza. Hasta la fecha, 33 olas han sido protegidas en Perú mediante esta ley, con el objetivo de alcanzar la protección de 100 olas para el año 2030.
La Ley protege las olas de Perú al prohibir la construcción de infraestructuras que puedan modificarlas o afectarlas, en esta ley están inscritas las playas como Señoritas y Caballeros. Al ser parte de este registro, las olas deben mantenerse libres de cualquier intervención que altere su forma o dinámica natural, ya que las olas son una fuente de bienestar económico y social para las comunidades costeras. Cualquier proyecto que ponga en riesgo la calidad de estas olas estaría en contra de esta normativa.
Por otro lado la Ley General de Aguas (Decreto Ley N° 17752) establece que el área comprendida entre la baja y alta marea, así como una faja de 50 metros desde la línea de alta marea, es de propiedad del Estado, y esta franja es inalienable e imprescriptible. La ley exige que cualquier intervención en estas áreas sea supervisada y aprobada por el Estado, protegiendo el uso de los recursos hídricos con criterios de equidad y sostenibilidad, valorando su función ambiental, económica y social.
Esta ley establece que el área comprendida entre la baja y la alta marea, además de una faja de 50 metros adicionales desde la línea de alta marea, es propiedad inalienable e imprescriptible del Estado. Ninguna entidad o persona puede intervenir en esta franja sin la autorización debida, y cualquier intervención debe priorizar la conservación del ecosistema y el bienestar público. Las leyes aseguran que el uso de las aguas y sus zonas adyacentes se dé de forma óptima, equitativa y con un enfoque de conservación ambiental.
Preocupación de la Comunidad de Punta Hermosa
La comunidad de Punta Hermosa ha solicitado claridad y transparencia en torno a las autorizaciones de este proyecto, así como la presentación de permisos de la Marina de Guerra del Perú y de la Capitanía de Puerto. Además, han reiterado que cualquier intervención en un espacio público de alto valor ecológico y turístico debe contar con la participación y consulta de la comunidad local.
El malecón y las pistas cercanas, en lugar de expandirse hacia el mar, deberían buscar alternativas que no comprometan las características naturales de las playas y sus olas. La conservación de Señoritas y Caballeros no solo es vital para los surfistas, sino para todos los que valoran un ambiente costero saludable y atractivo en Punta Hermosa.
Los surfistas y vecinos se mantienen vigilantes, exigiendo respeto por las normas establecidas y un diálogo participativo en el proceso de planificación urbana. La conservación de las playas y de su ecosistema es una prioridad no solo para preservar el atractivo turístico de Punta Hermosa, sino también para garantizar el bienestar de sus residentes y el legado natural de futuras generaciones.
