Dulce Monona es un legado de amor y tradición que se remonta a generaciones atrás. Con raíces en San Isidro y ahora extendiendo su dulzura hasta Punta Hermosa, este emprendimiento encarna la pasión por el arte de crear postres exquisitos de «La Monona», una talentosa repostera cuyas recetas y técnicas han sido honradas y perfeccionadas por su nieta, desde el 2018. Una de las cosas que hace que Dulce Monona destaque, es su compromiso con la excelencia en cada paso del proceso. Desde la cuidadosa selección de ingredientes de primera calidad hasta la meticulosa elaboración de cada postre, se puede sentir el cariño y la atención en cada detalle.
La especialidad de Dulce Monona son sus croissants rellenos de manjar blanco o fudge, cada mordisco es una explosión de sabores que deleita los sentidos, es imposible comerse solo uno. Sin embargo la oferta de Dulce Monona va más allá de sus croissants. También ofrecen postres a pedido para endulzar cada momento con sus deliciosas creaciones.