Arraigada en la tradición familiar del arte del horno, tuvo sus comienzos como un modesto mini market, donde los clientes esperaban ansiosos para adquirir el pan recién horneado cada mañana. Ubicada en la ahora concurrida calle Ballestas de Punta Hermosa, Doris ha sido testigo de un notable crecimiento en su clientela desde aquellos días de filas interminables en busca de su pan calentito. A lo largo de los años, Doris ha mantenido su esencia de mini market, convirtiéndose ahora también en una acogedora cafetería donde se puede disfrutar de un café o un delicioso sanguchito con el pan recien horneado.
Esta empresa familiar, con una historia llena de pasión por la panadería y la repostería, sigue transmitiendo esa dedicación a través de generaciones. El talentoso equipo de Doris, comprometido con la calidad y la herencia familiar, sigue perfeccionando el arte de crear, desde sus panes de centeno y focaccias hasta sus deliciosos postres y cafes.